Desarrollo y Técnica

El tenis actual sin dudas exige al tenista altas manifestaciones de capacidad física, para que estas puedan llevarse a cabo es necesario una optima planificación y periodización de las cargas de trabajo por parte de los entrenadores y unos de los aspectos fundamentales a tener en cuenta es la supercompensación del ejercicio físico.
Ya hace unas dos décadas atrás se ha comprobado una teoría que manifiesta que el organismo no es capaz de construir proteínas luego de 21 días de ejercicio intenso, es decir que luego de este lapso de tiempo, el deportista ingresaría en una etapa de sobreentrenamiento en caso de no realizarse una adecuada periodización de trabajo.

Hoy en día los avances en términos de entrenamiento físico nos permiten, a los entrenadores, colocar al deportista en su máximo nivel de capacidad física el día exacto de la competencia, para ello se debe ajustar y periodizar las cargas de entrenamientos de la mejor manera: existen parámetros a tener en cuenta con el objetivo de disminuir los márgenes de error al respecto.

Si concurrimos a un gimnasio podemos observar que existen tres días donde el gimnasio cuenta con una mayor concurrencia, dichos días son lunes, miércoles y viernes, y si hablamos de dos días serian lunes y miércoles. Esto mas allá de parecer algo obvio e intrascendente tiene un significado especial en cuanto a niveles hormonales con que se encuentran esas personas durante esos días, manifestándose como puntos altos de cargas de entrenamiento en la semana, por lo que resulta interesante a tener en cuenta al momento de periodizar y buscar la supercompensación.

Otro aspecto importante es el estudio antropométrico, por medio del mismo, los entrenadores tenemos la posibilidad de conocer el estado muscular de nuestro tenista. Seguramente luego de una actividad intensa el nivel muscular disminuirá al cabo de 24 horas incrementándose dentro de las 48 a 72 horas: a esto le llamamos supercompensación, por lo que el estudio antropométrico nos brindara datos exactos de la condición muscular de nuestro deportista. Lógicamente dichos cambios resultaran acorde al nivel de intensidad de la actividad realizada como así también en el nivel físico que se encuentre nuestro tenista. Gran incidencia tiene también aquí el descanso, como punto primordial de la recuperación. Este se desarrolla principalmente durante el sueño, momento en el cual se activa la hormona somatotropina (STH), denominada la hormona de crecimiento, la cual se encargara de la recuperación y regeneración de los tejidos durante el sueño profundo. De no llevarse a cabo este proceso de sueño la recuperación lógicamente resultara inadecuada, afectando considerablemente la periodización del entrenamiento semanal.

También podemos hablar de una supercompensación alimenticia, tomando al glucógeno como principal fuente de energía para la actividad física, y los hidratos de carbono como principales componentes del glucógeno, podemos manipular las cargas de ingesta de hidratos de carbono de manera que nuestro tenista arribe al día de la competencia con una carga óptima de glucógeno muscular. Para ello podemos realizar una ingesta de una dieta mixta los días lunes y martes, el miércoles realizar un ejercicio exhaustivo, de manera de vaciar los depósitos de glucógeno muscular y luego incrementar a un 75 % la ingesta de hidratos de carbono hasta el día antes de la competencia, logrando de esta manera una supercompensación de los depósitos de glucógeno de manera que pueda beneficiarnos al momento de competir.

En síntesis la supercompensación debe considerarse, por los entrenadores, como un proceso fundamental, al momento de planificar, con el objetivo de trasladar a nuestro deportista, al día de la competencia, en su máximo estado de condición física.