Psicología del Deporte

Matchpoint: Hemos visto en la última entrevista como la sobrecarga de estrés es uno de los factores fundamentales causando burnout o agotamiento emocional. ¿Brevemente, y aplicado al deporte cómo podemos definir estrés ?

Dr. Enrique Cantón Chirivella: Una de las definiciones más habituales es la que lo considera como un proceso emocional que se desencadena ante la presencia de un estímulo específico (real o imaginario) y que supone la percepción de un desequilibrio sustancial entre la demanda y la capacidad de respuesta (de la persona) bajo condiciones en las que el fracaso ante esta demanda tiene importantes consecuencias (percibidas). En términos más sencillos, se trata de un proceso emocional que comienza cuando la persona considera una situación o circunstancia como una amenaza porque entiende que debe resolverla pero se considera incapaz de ello, la reacción que sigue es de ansiedad, con ideas angustiosas, sensaciones de temor y agobio, síntomas físicos de sobre-activación (sudoración excesiva, taquicardia, tensión muscular, etc.) y una tendencia a evitar o escapar de la situación que le genera el malestar.

En el deporte podemos ejemplificarlo en una de las situaciones más habituales: el posible estrés previo a una competición. En un caso hipotético, podemos imaginarnos a un deportista que puede considerar que quizás no sea capaz de lograr los resultados deportivos que se ha fijado, pero que debería ser capaz de hacerlo y que si no lo logra va a decepcionar a mucha gente, él incluido, además de perder posibilidades futuras en su carrera deportiva. Ante esa evaluación, probablemente aparezca esa interpretación de amenaza que desencadena la reacción de ansiedad, con efectos como tensar sus músculos y acelerar su ritmo cardiaco, con ideas repetitivas del tipo “no voy a poder hacerlo” o “me va a salir mal”, impidiéndole pensar con claridad y concentrarse, y con un aumento de las ganas de que termine pronto la competición. Como es lógico todo ello, repercutirá en su actuación, con efectos como la perdida de velocidad, el deterioro de su toma decisiones, la pérdida de precisión del gesto deportivo, etc. En suma, propiciando no solo el sentirse mal antes, durante y después, sino también un mal rendimiento.
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Matchpoint: ¿Existen métodos para evaluar la carga de estrés ?

Dr. Enrique Cantón Chirivella: Por supuesto, en Psicología se dispone de toda una serie de métodos e instrumentos de evaluación del proceso de estrés y de su respuesta de ansiedad, desde los instrumentos de lápiz y papel, como son los autoinformes, los cuestionarios o tests, hasta los instrumentos de registro psicobiológico, los diversos métodos de observación y las técnicas de entrevista. Actualmente ya disponemos de algunos instrumentos de evaluación del proceso de estrés elaborados y adaptados específicamente para el ámbito del deporte. Por otra parte, lo adecuado en la evaluación de repliky kabelek este proceso es combinar las diferentes medidas –o algunas de ellas- para obtener un perfil preciso y específico de la reacción de estrés característica de un deportista concreto. También se dispone actualmente de medios de evaluación de los antecedentes del estrés, es decir de los factores de riesgo que pueden contribuir a que aparezca este tipo de reacción emocional, tanto lo que son factores personales como de la actividad deportiva y el entorno social.

Matchpoint: En el mismo orden de cosas: ¿puede el estrés ser beneficioso en el desarrollo de un deportista?

Dr. Enrique Cantón Chirivella: Es una pregunta muy relevante, ya que en muchas ocasiones oímos decir a algunas personas, incluyendo algunos profesionales, no demasiado formadas en Psicología, que el estrés puede ser bueno. En realidad, a lo que suelen referirse con esa idea es que la elevación del nivel de activación, es decir el componente fisiológico de la respuesta de estrés, puede en ocasiones actuar favorablemente para el logro de un determinado nivel de rendimiento, sobretodo en aquellas ocasiones que requiera de alta activación. Sin embargo, hay que decir que ese efecto “positivo” lo es a pesar del coste siempre negativo a nivel emocional y cognitivo que comporta el proceso de estrés, lo que puede conducir a que se obtengan buenos resultados a corto plazo, pero se den problemas a largo plazo.

Quizás la opción más inteligente y la que recomendaría un buen profesional de la Psicología es la de lograr esos incrementos de activación o arousal que son necesarios, pero sin tener que pasar por un proceso emocional que es tensionante, desgastante y desagradable. En realidad sería como asustar a tu hijo para que ayude a limpiar el jardín porque eso le vuelve más rápido y diligente, es decir, de alguna manera más motivado para hacerlo; sin embargo, la mayoría de nosotros optaríamos por otra forma de conseguir su colaboración.

Matchpoint: ¿Qué factores son importantes para estructurar un plan de apoyo hacia la administración y manejo del estrés ?

Dr. Enrique Cantón Chirivella: Los mejores planes, como es habitual, son los preventivos, es decir intentar reducir al máximo los estresores o factores de riesgo, tales como una exigencia o presión por los resultados excesiva, una valoración constante y negativa de la capacidad del deportista, o un elevado grado de incertidumbre en cuanto a lo que debe hacer y lo que se espera de él. Asimismo, se pueden fortalecer características personales y del entorno para potenciar la capacidad de reacción emocional y prevenir el estrés, como aumentar la autoestima o incrementar el disfrute con la actividad deportiva.

Cuando ya se ha desarrollado el proceso de estrés en el deportista hay que hacer una labor directa con él para ayudarle a que aprenda a controlarlo y, a ser posible, eliminarlo, y otra labor complementaria indirecta, con su entorno, especialmente entrenadores y familiares, comenzando por eliminar esa idea errónea de que el estrés puede ser “bueno”. Con el deportista se puede emplear diversas estrategias de control emocional, desde las técnicas de relajación hasta el manejo de autoinstrucciones, siempre bajo la supervisión de un buen especialista en Psicología del Deporte, ya que algunas son técnicas aparentemente sencillas de realizar pero que requieren un conocimiento profundo del funcionamiento psicológico humano para que sean realmente efectivas y, desde luego, no perjudiciales. En este quisiera insistir, ya que en ocasiones se confunde la técnica, la parte más mecánica de una intervención (por ejemplo, una técnica de relajación muscular), con el conocimiento científico en que se fundamenta y que guía sobre el cómo, cuando, para qué, de qué forma, en relación con qué, o porqué sí o porque no aplicarla. Para hacer una comparación, es como creer que saber cómo funciona y cómo se maneja un afilado escalpelo nos permite emplearlo por nuestra cuenta y sin guía alguna para operar, como si tuviéramos los conocimientos que tiene un cirujano.

En colaboración con el entrenador, verdadero líder de cualquier equipo técnico, y a ser posible con el apoyo familiar y, claro está, del propio deportista, se puede reenfocar la actividad deportiva para conseguir los efectos deseados, es decir, que esté motivado y activado de la forma más adecuada para que pueda sentirse bien y estar en las mejores condiciones psicológicas para la mejora y la búsqueda de rendimiento continuo. Para concluir, puedo hacer referencia a una declaración que hizo publica la varias veces campeona olímpica de Judo, Isabel Fernández, en la que señalaba que siempre tenía ganas de competir, incluso después de acabar de finalizar la competición y de que seguía disfrutando hasta con la mera idea de enfrentarse a otras competidoras. Obviamente, para ella la competición no solo no es una amenaza y fuente de estrés sino un reto emocionante y placentero y una vía de superación constante.