Psicología del Deporte

Un tenista, para poder rendir de manera adecuada, debe conocer exactamente en que estado emocional debe encontrarse para poder jugar de manera óptima. Esta zona emocional que se conoce como IZOF, puede ir desde la relajación hasta la activación.
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Si el jugador ha detectado que su IZOF está más cerca de la relajación, debe preocuparse de encontrarse en ese estado antes de competir. Si por el contrario el tenista ha descubierto que rinde mucho mejor cuando está más activado, debe procurar siempre alcanzar ese estado. Y una de las técnicas que permiten activar a un deportista es la visualización, vale decir, imaginar, sentir, escuchar y percibir las distintas situaciones de juego previamente a la situación real.

¿Qué son las imágenes mentales?

Las imágenes son representaciones mentales de hechos que han llegado al cerebro a través de nuestros sentidos. Y la imaginación es una capacidad cognitiva que tiene la función de elaborar representaciones de objetos, situaciones o actividades y reproducirlas cuando han dejado de estar presentes o cuando aún no lo están como una forma de anticiparse a los sucesos deportivos futuros.

¿En que consiste el trabajo de visualización en el deporte?

La práctica imaginada en deporte se ha utilizado como un ensayo mental de la actuación que se quiere realizar. La clave de su efectividad está en que cuando nuestro cerebro imagina que está haciendo un ejercicio, está transmitiendo replique montre impulsos hasta los músculos encargados de ejecutar lo que se está imaginando. La repetición del proceso constituye, desde esta perspectiva, un auténtico entrenamiento, con la ventaja de la ausencia del cansancio del entrenamiento físico.

Un buen ejemplo de lo que ocurre con esto es cuando el tenista ha automatizado el servicio u otro golpe o movimiento. La visualización no sólo se compone de imágenes, sino que el deportista debe incorporar olores característicos, sonidos típicos de una competición y percibir las distintas sensaciones internas, como por ejemplo, los pensamientos y los sentimientos.

Muchos estudios confirman la eficacia de esta técnica en el deporte y son muchos los jugadores que la practican y que se ven favorecidos por uso regular y cotidiano, sobre todo en deportes como el tenis donde el elemento técnico y los aspectos mentales como la concentración, la ansiedad y la toma de decisiones pueden afectar notoriamente el rendimiento.

Sobre el autor
Rodrigo Cauas es Máster en Psicología de la Actividad Física y del Deporte
www.psicologiadeportiva.cl